Monday, August 06, 2007

Una dulzura

El gris-moho árbol estaba habitado por una familia nofelíz. Como el tutor de Hocilungo se había ido, la verdad es que ya no tenía ganas de saltar entre la parentela. El único amigo que le quedaba era Lengüilargo, que estaba solo en un verde-musgo árbol, que estaba del otro lado del camino hacia la zona este. Pero era el único que últimamente saltaba el camino de un lado al otro, como antiguamente les gustaba hacer a los llucas.

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Ahora la creencia de que los llucas existían felíces como antaño, era muy arraigada en la memoria de todos los de la zona oeste, por lo que en general tenían miedo de caminar el camino. Aparte de la seca y la angosta forma del camino, el horrible olor terríblemente blancochillón que lo rodeaba, y la ruidosa bruma oscura que marcaba el límite a ambos lados del camino; solo un poco más abajo de los gris-moho y los verde-musgo árboles, la personas no tenían otros recuerdo maleables.


Por suerte, algo venía andando el camino a La Ciudad, mientras por enésima vez en el ciclo, se volvía a acomodar el cuello....

1 comment:

ladelabarra said...

porque no está todo el tiempo conmigo el que escribe?
ése que piensa y escribe así y eso
que pensás? nada
no te creo