Friday, August 17, 2007

Ciencia Loca

No se sabe quiénes dieron el primer beso. Las conjeturas que se lo disputan, como las cosmogonías, son todas fascinantes y coherentes. Algunos antropólogos dicen que se trata de un gesto heredado de las épocas primitivas en las que las madres pasaban el alimento de su boca a la de sus hijos. Claro que muchos animales se pasan así la comida y después nunca se besan. Existen culturas sin beso.

Otros dicen que proviene de la creencia milenaria de que en los fluidos de las bocas las almas encuentran oportunidad de fusión. Otros científicos hace un par de siglos aseguraron –midiendo los efectos en el cuerpo de los besadores– que el beso producía corriente eléctrica.

Los estudios más modernos se ríen de todo lo anterior y trazan una ruta hormonal, no por eso menos erótica ni definitiva: los labios se contraen y se dilatan suavemente activando 34 músculos. El cerebro recibe suficientes mensajes como para producir un abundante caudal de la oxitocina –responsable de la sensación de apego, devoción y cariño–. Aumentan los niveles de dopamina –asociada a la sensación de placer–, de serotonina, de testosterona. Las glándulas adrenales segregan adrenalina que aumentan la presión arterial y la frecuencia cardíaca, el pulso puede alcanzar las 150 pulsaciones. Además, el acto de besarse también estimula la parte del cerebro que libera endorfinas –las hormonas de la felicidad, la sensación del éxtasis–.

Extraído de PAGINA 12.




... Y no dice nada de la sensación previa a uno de tus besos...? ... De como me gusta que mis brazos se atoren en tu espalda y sentir la primer descarga de estática con solo acercarte la cara...? ¿Será mágia?

1 comment:

ladelabarra said...

mucha ciencia, pero que pasa que todavía no aparece el transportador de materia...
y porque no tengo tu boca aca y ahora pegada a la mia???