Tal como lo dije una vez...

...lo digo dos veces.

El final de todo es el principio de todo; por que las cosas son como una línea, donde termina es donde empieza.
¡Por Supuesto!
Irte de un lado es llegar a otro. No estar en uno, es estar en otro. No me encotraba en casa, me perdía en Palermo.
¡EL AÑO SE FUE! Pero no estuvo malagradecido. Pasó el dosmilseis, me saludó el dosmilseis.

... Y no solo eso... Como irse es lo mismo que quedarse en movimiento, el dosmilseis se fué y se quedó. La flecha del tiempo apunta hacia un solo lado, por suerte.

El dosmilseis se fué, pero antes de irse, me dejó un regalo. Báh! Más que un regalo, el tiempo me saldó una deuda. Porque creo que lo merezco, merezco lo que me dejó-

Esa es la explicación de porque al dosmilseís nunca lo voy a olvidar. Porque ya se fué, Y se quedó para siempre.